Cuentas y no cuentos
Cuentas y no cuentos. Jesús H. González de León.
Las ficciones están bien para la literatura o para el cine. Pero en el gobierno no es lo mismo cuentas que cuentos. Las cuentas públicas, por tratarse de recursos procedentes del pueblo merecen, un especial cuidado. “Los actos mas importantes del gobierno son aquellos que se relacionan con el tesoro público, por tanto, deben ofrecer a los contribuyentes, que sacrifican parte de sus riquezas en beneficio del Estado, la seguridad de que los dineros se recaudan legalmente y se invierten en sus verdaderos destinos. ” Eso lo dijo Camilo Benso (no menso) en el siglo XIX y la frase sigue estando muy vigente. Si renaciera Camilo en Saltillo se volvía a morir de un coraje. Al revisar a detalle la cuenta publica saltillense del tercer trimestre del 2003, la comisión de la contaduría mayor de hacienda encontró que: “diversos pagos de publicidad no están contabilizados en el rubro correcto al registrarse en otras partidas.... Se observó un sobre ejercicio presupuestal en la partida de imagen por un 1.37% es decir $8,579,800.” La publicidad es publicidad sin importar el nombre con el que se quiera disfrazar o como decimos los contadores, “maquillar.” Manipular el catalogo de gastos y jugar con las interpretaciones y nombres, equivale a llamarle perro al gato. Pero ni cortándole los bigotes, ni enseñándolo a ladrar se puede convencer de ello. Esto no es un error, es un burdo engaño que insulta la inteligencia, que genera desconfianza sobre si en otros rubros también se clasifican de manera inadecuada. Es una artimaña para exceder el limite legal permitido: “los gastos de difusión, promoción y publicidad no podrán exceder del 3% de los ingresos presupuestales totales.” En Saltillo este porcentaje parece no ser suficiente para “cacarear el huevo”. Las obras, y los datos que las respaldan deberían ser medida suficiente. La realidad es que el gasto en sueldos se lleva una gran porcentaje, 40% de los ingresos mientras para obra pública solo el 20%, monto menor que en años anteriores y que en otros municipios. Quizás por eso la necesidad de cacarear tanto lo que se hace. El hecho de que se difundan a los cuatro vientos del estado lo que se hace en Saltillo no nos beneficia. A los que viven en otros municipio poco les interesa saber lo que se hace aquí. No es valido escudarse con que en otros municipios también se anuncian en otras partes, eso no es justificación. Tampoco decir que es una estrategia para atraer inversiones, sabiendo que en esos municipios lo que quieren es que lleguen empresas, por lo que resulta un esfuerzo sin resultados. ¿Realmente necesitaremos los saltillenses que se promueva tanto la imagen? ¿Que se infle tanto la nomina y se contraten asesores de lujo, todo ello a costa de los impuestos? Esperemos que los señalamientos del Congreso tengan repuesta, que realmente se actué para evitar que continúen estas situaciones. ¿Usted que prefiere, que le cuenten cuentas o le cuenten cuentos? Mande sus comentarios. jesus50@hotmail.com
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